miércoles, 30 de noviembre de 2011

EL ANARQUISMO EN HOLANDA

Extraído de Anarchism de George Woodcock

En Holanda, el anarquismo ha compartido la tendencia de los movimientos alemán y sueco hacia el sindicalismo, pero ha desarrollado características propias debidas al pacifismo militante de sus dirigentes, en especial de Ferdinand Domela Nieuwenhuis.


El verdadero desarrollo del anarquismo holandés se debió a la influencia dinámica de Nieuwenhuis. En la Primera Internacional, la pequeña Federación Holandesa trabajó en estrecho contacto con los belgas, dirigidos por Caesar de Paepe, apoyó a Bakunin en su enfrentamiento con Marx, se opuso al centralismo del Consejo General y se afilió a la Internacional de Saint-Imier, sin llegar a ser nunca una organización de auténticos anarquistas. En realidad, en Holanda no comenzó a surgir un movimiento anarquista claramente definido hasta finales de la década de 1880.

Nació del resurgimiento del movimiento socialista holandés inspirado por Nieuwenhuis a finales de los años setenta. Nieuwenhuis comenzó su vida activa como famoso predicador luterano en una elegante iglesia de La Haya. Cuando tenía poco más de treinta años, sufrió una crisis de conciencia bastante similar a la de William Godwin, y decidió dejar la Iglesia y dedicar su vida a la causa de los trabajadores. En 1879 renunció a su ministerio y fundó un periódico, Recht voor Allen, en el que propugnaba un socialismo ético basado en una fuerte repugnancia emocional hacia la opresión y la guerra y en un profundo sentido de la fraternidad humana; se trataba de una traducción de los principios cristianos a términos modernos. Nieuwenhuis renunció a su ministerio, pero no dejó nunca de ser un hombre religioso, en el verdadero sentido de la palabra. La fuerza de su personalidad y su fervor idealista pronto hicieron de él el personaje más influyente entre los grupos dispersos de socialistas holandeses, y cuando éstos se unieron en 1881 para formar la Liga Socialista, Nieuwenhuis se convirtió en su líder indiscutido.


Los años iniciales de la Liga, durante los cuales ésta orientó sus esfuerzos hacia la propaganda antimilitarista y la organización sindical, fueron muy tormentosos y la mayor parte de sus miembros activos, incluido el propio Nieuwenhuis, fueron encarcelados en uno u otro momento; pero progresaron lo bastante para que Nieuwenhuis pasase en 1888 a formar parte del Parlamento como diputado socialista. Ocupó este puesto durante tres años, pero aquélla fue para él, como para Proudhon o Grün, una experiencia deprimente de la que salió convertido en anti parlamentarista convencido. Fue en su época parlamentaria cuando comenzó a aproximarse al anarquismo ya propugnar, antes de que se desarrollase el sindicalismo francés, la idea de la acción industrial directa y la huelga general como medios para que los trabajadores se librasen a sí mismos de la opresión política y económica y para oponerse a la guerra.

Ya en el Congreso Socialista Internacional de 1889, Nieuwenhuis había atacado la participación de los socialistas en la actividad parlamentaria, y en el Congreso de Zurich de 1891 planteó, ante la violenta oposición de Wilheim Liebknecht, la idea de convertir una guerra entre naciones en una guerra internacional revolucionaria de clases mediante la huelga general. En ambos congresos, y nuevamente en 1893 y 1896, se mostró partidario de que la Internacional incluyese a los socialistas de todas las tendencias, desde los reformistas más moderados a los anarquistas más avanzados, y finalmente encabezó la retirada de la delegación holandesa del Congreso de Londres en 1896, como última protesta contra la expulsión de los anarquistas llevada a cabo por la Segunda Internacional.

Ferdinand Domela Nieuwenhuis

En el intervalo habían surgido disensiones en el seno de la propia Liga Socialista Holandesa, entre la mayoría, que seguía a Nieuwenhuis en su aproximación al anarquismo, y una fuerte minoría atraída por la socialdemocracia alemana. Las diferencias llegaron a un punto decisivo en el Congreso de Groningen de 1893, en el cual la mayoría trasladó la Liga al campo anarquista y los parlamentarios se escindieron para formar su propio Partido Socialista.

Mientras Nieuwenhuis y sus partidarios convertían a la Liga al anarquismo, sus esfuerzos por organizar sindicatos tuvieron también un éxito considerable, y en 1893 se creó una federacion sindicalista, la National Arbeids Sekretariat. La organización se desarrolló bajo la influencia de Christian Cornelissen, que más tarde llegaría a ser uno de los más importantes teóricos anarcosindicalistas. Cornelissen estaba especialmente interesado en la organización intelectual del sindicalismo, y su intelectualismo le convirtió en uno de los pocos eslabones existentes entre los militantes obreros de la CGT como Pouget e Yvetot, con los que estaba en contacto directo, y los sindicalistas teóricos reunidos en torno a Sorel y Lagardelle, en cuyo periódico, Le Mouvement Socialiste, colaboraba. La influencia de Cornelissen sobre el movimiento anarquista europeo fue muy considerable durante los primeros años de este siglo, pero quedó reducida a la nada cuando, al igual que Kropotkin y Guillaume, se declaró partidario de los aliados en la Primera Guerra Mundial. Durante casi una década, la National Arbeids Sekretariat, que no tenía por entonces más de 20.000 miembros, siguió siendo la organización más activa e influyente entre los sindicatos holandeses. La pérdida de esa posición destacada se produjo, de modo bastante dramático, a partir de la huelga general de 1903, que comenzó en los ferrocarriles, se extendió a otras industrias y luego, en un momento de aparente éxito, se derrumbó repentinamente cuando el gobierno comenzó a arrestar a sus dirigentes y a utilizar a soldados como esquiroles. Los socialdemócratas cosecharon los beneficios de aquella derrota, y se produjo un éxodo masivo de los sindicatos anarcosindicalistas. Durante varios años, la National Arbeids Sekretariat no conservó sino una pequeña cabeza de puente entre los trabajadores de los muelles de Amsterdam y Rotterdam, y en 1910 el número de sus miembros se había reducido a poco más de 3.000.


Estatua de Nieuwenhuis en Amsterdam

También había disminuido la influencia y el número de afiliados del movimiento anarquista fuera de los sindicatos, pero el prestigio personal de Nieuwenhuis no se vio demasiado afectado. Pertenecía a ese tipo de idealistas que no necesitan un movimiento para ejercer una influencia moral. Durante toda la Primera Guerra Mundial y hasta su muerte, ocurrida en 1919, prosiguió sus apasionadas campañas antimilitaristas, que luego continuaron otros anarquistas pacifistas holandeses más jóvenes, como Albert de Jong y Bart de Ligt, autor del extraordinario manual de resistencia pasiva La Conquista de la Violencia, que tuvo amplia difusión entre los pacifistas ingleses y americanos durante los años treinta y llevó a muchos de ellos a adoptar una postura anarquista. Los anarcosindicalistas holandeses recobraron lentamente parte del terreno que habían perdido en 1903, y en 1922 la National Arbeids Sekretariat había vuelto a alcanzar el número de miembros que tenía al principio, aunque ahora era minoritaria en comparación con los otros sindicatos. Cuando se afilió a la Asociación Nacional de Trabajadores en 1922, tenía casi 23.000 miembros, pero al igual que el movimiento sindicalista francés, pronto se vio afectada por el hechizo que ejercía el comunismo ruso sobre sus militantes más jóvenes. Por fin, los comunistas se apoderaron de la propia organización y una amplia minoría, que permanecía fiel a las tradiciones antiparlamentarias, se escindió en 1923 para formar el Nederlandisch Syndikalistisch Vakverbond. Esta organización nunca logró tener más que una parte de la influencia dominante que la National Arbeids Sekretariat había ejercido en una época sobre el movimiento obrero holandés. De hecho, después de 1903 el anarquismo holandés se resignó a su transformación permanente en un movimiento minoritario cuyos líderes más respetados, como Nieuwenhuis y Cornelissen, disfrutaban del prestigio que se reconoce en las tierras nórdicas a aquellas voces que claman en el desierto y que constituyen la conciencia, convenientemente externalizada, de los pueblos dedicados en gran medida a la adquisición y al disfrute de la prosperidad material.

La CNT asegura que el envío de sus papeles a Barcelona es «una indignidad histórica»

Un ejemplo de cómo Cataluña es oprimida por el Estado español
en su identidad cultural y en su memoria histórica:


Uno de los aspectos más controvertidos del envío de fondos de «particulares» a la Generalitat de Cataluña que se inició de forma masiva el pasado mes de julio es el de aquellos casos de organizaciones que han formulado expresamente su deseo de que sus papeles permanezcan en Salamanca y, sin embargo, han visto cómo Cultura los ha enviado a Barcelona.

La postura más contundente la ha marcado la Fundación de Estudios Libertarios Anselmo Lorenzo, heredera de la CNT. Su presidente, Manuel Vicent, ha considerado directamente que el envío a Barcelona de sus papeles «es una perversión política, una indignidad histórica y el mantenimiento de una injusticia innombrable con los que fueron víctimas de la dictadura».

El portavoz de la organización anarquista asegura que «unos y otros, valiéndose del expolio hecho por la dictadura, pretenden quedarse con lo que no es suyo, ni les pertenece, todo ello basándose en la aplicación de un principio archivístico falso como es aplicar el principio de procedencia al territorio y no a la persona física o jurídica que originó el archivo».

Es decir, Vicent lamenta que el Ministerio de Cultura haya aplicado «de forma casi prevaricadora» un rasero muy favorable a los intereses catalanes, al permitir la formación de archivos artificiales del territorio catalán, sin considerar que formaban un todo con el resto de papeles y archivos de organizaciones como la CNT presentes en todo el estado.

«En 2005 la CNT, instaba al Ministerio para que ningún documento que le perteneciese saliese de Salamanca, a este acto se hace caso omiso por parte del Ministerio y saltándose los principales principios archivísticos como lo son el del orden original y el de procedencia, sigue sus negociaciones oscurantistas con la Generalitat para que se expolie a las víctimas de la Guerra Civil en beneficio del Estado», acusa Vicent.

Una postura similar ha mantenido el PCE, cuyos fondos vinculados de algún modo a Cataluña también han sido desgajados del resto de documentos y enviados a Barcelona. Fernando Sánchez, secretario de Organización, ha insistido en que «disgregar esos archivos es un error», subrayando que los fondos «son nuestros y queremos que estén en el Centro de la Memoria».

F.G.

Entrevista a Fernando Ventura, autor de La estupidez del nacionalismo por Lu Tao

[A pesar del execrable estilo del entrevistador, el ingenio y el corrosivo sentido del humor de Fernando Ventura brilla aquí con luz propia. Y digo lo del entrevistador porque, igual que hacen los entrevistadores de los medios burgueses, no acude a la entrevista simplemente a transmitir información al lector sino que va a intentar cada dos por tres torcer las palabras y dinamitar el mensaje (en este caso antinacionalista) del entrevistado. Y cuando no puede se hace el sueco. Cómo se nota que el representante de A las barricadas es simpatizante del "secesionismo guanponés" y no un anarquista como Lu Tao (yo ya me entiendo...). Igualmente es una pena que, en más de una ocasión, Ventura le tenga que dar la razón como a los tontos a este sujeto por no aguantar sus monotemáticos embates dialécticos (en el que no faltan triquiñuelas clásicas como comparaciones absurdas entre los que ya sabemos y los mapuches o cualquier remota tribu de las antípodas). En el fondo, lo que algunos desean no es ir a las barricadas sino a besar banderas.]

Alasbarricadas.org




Hemos entrevistado a Fernando Ventura, autor de «La estupidez del nacionalismo por Lu Tao», libro de relatos que ha salido de la imprenta este verano. Fernando nos recibe en un trecho del gaseoducto de Sevilla-Huelva, pasando Almonte, en medio de un pinar. Es uno de los peores viajes que hemos hecho de nuestra vida militante, con averías, barro, arena…


Alasbarricadas: Bueno, quisiéramos preguntar qué fue lo que le motivó a escribir este libro sobre un tema tan delicado como el nacional.

— FVC: Pues que publiqué en internet algunos relatos sobre el tema, precisamente en alasbarricadas.org, y recibí varias peticiones animándome a seguir. Así que puse manos a la obra.

Alasbarricadas: Cuéntenos algo del libro.

— FVC: Vale. Es un libro muy bueno.

Alasbarricadas: Aparte de su bondad, que se supone…

— FVC: He escrito un libro de cuentos, en el que Lu Tao, asesino a sueldo, consejero y bufón de la Princesa Ho, desmonta una por una todas las paparruchas de los nacionalismos modernos. Cada cuento trata un tema: la identidad, la tradición, la historia, el idioma, la escuela, el amor, la patria, el funcionariado… Todo envuelto en una maleza de tremendas intrigas palaciegas, peleas de taberna, emboscadas, sexo explícito, mucho humor a veces macabro y trastazos por doquier. Los cuentos no son inconexos, y tienen continuidad, desarrollo y un desenlace…

Alasbarricadas: ¿Final feliz?

— FVC: Eso no se lo revelo. Pero tenga en cuenta que el protagonista es un anarquista. Creo que se verá agradablemente sorprendido.

Alasbarricadas: ¿Puede explicarse mejor?

— FVC: La ventaja que tiene el escribir relatos de ficción, es que puedes resolver los problemas mediante procedimientos que en la vida real no están bien vistos. Así que en los cuentos mueren accidentalmente o asesinados…, pues soldados, gobernantes, burócratas, mandatarios, jefes varios. No me he cortado un pelo, y si puedo solucionar un relato matando a algún cabrón..., lo mato. Licencia literaria.

Alasbarricadas: ¿En qué se diferencia de otras obras de ficción que ha escrito?

— FVC: Bueno, en este caso el libro puede tener varias lecturas. Se puede leer como mero entretenimiento, y disfrutar de la novela y de las peripecias de los personajes. Se puede aprender del tema nacional y patriótico, ya que todos los cuentos tratan un problema concreto del nacionalismo, y la reflexión que propone el texto puede ser útil al lector. Además hay un aspecto que me gusta subrayar, que es el del ambiente surrealista del entorno, el mostrar lo raro que es el mundo, cómo abstracciones ilusorias, sin cuerpo ni realidad toman vida, y cómo de personas de carne y hueso se ignora su existencia. Además, dejo abierta una puerta para que el lector que no esté de acuerdo con la solución que propongo, busque la suya.

Alasbarricadas: ¿Por qué ubica la acción en China? ¿Le fascina esa cultura milenaria?

— FVC: No tengo ni idea de China. La elegí porque está muy lejos y ahora todo el mundo habla de los chinos. Están por todas partes, su gobierno compra deuda española…

Alasbarricadas: Oiga… ¿No corre el riesgo de que quede oculto el mensaje entre la ficción de los cuentos?

— FVC: No. En absoluto. A nadie le gusta que le metan en la boca la comida mascada. ¿Verdad? Los lectores son personas inteligentes, y sabrán entresacar los materiales que les permitan reflexionar sobre el tema nacional, e incluso reconocerán las argumentaciones de los científicos sociales que han estudiado los problemas de la identidad personal y colectiva.

Alasbarricadas: ¿Dice que en el texto se encuentran argumentaciones científicas?

— FVC: Piense que en lo que concierne a la vida social, los científicos no hacen más que repetir lo que hace la gente, solo que lo interpretan y explican de manera muy rara. Por el contrario, mis explicaciones son científicas, pero asequibles a cualquier lector. Yo siempre hago el esfuerzo de decir lo profundo de manera sencilla, lo interesante de manera amena, lo oculto de forma divertida. La gente que me lee siempre me dice que después de reírse un rato, se tiene que poner a pensar.

Alasbarricadas: ¿Es usted un autor original?

— FVC: Hombre, claro, todos tenemos un origen y todos nos encaminamos a un final funesto y un tanto mortal.

Alasbarricadas: ¿Y El texto tiene copyright?

— FVC: No sé o no recuerdo qué fórmula ha empleado la imprenta. Con independencia de ello, creo que el conocimiento tiene que ser compartido, y por eso yo animo también a que empleen mis textos como mejor prefieran. Que fotocopien, reproduzcan o hagan lo que les convenga…, siempre que no tengan intereses lucrativos.

Alasbarricadas: La presentación del libro es…

— FVC: Formato de bolsillo, y cada capítulo es encabezado por una bella ilustración de la compañera Marisol Caldito, que ha sido la dibujante y la autora de la portada.

Alasbarricadas: ¿Da al nacionalismo un tratamiento especial en su novela?

— FVC: Le doy un tratamiento bastante negativo. No me gusta.

Alasbarricadas: ¿Hay algún motivo personal en ese enfoque que da al nacionalismo?

— FVC: Claro. Hay motivos personales. Por ejemplo, las guerras de la antigua Yugoslavia, que me impresionaron mucho. Yo conocí a yugoslavos de los años setenta a través de competiciones de remo que se hacían en mi ciudad. En 1991 dejaron de escribirme porque tenían problemas más graves que desearme felicidad para el año entrante. Nunca más les volví a ver.

Alasbarricadas: Pero no todos los nacionalismos han participado en guerras de ese tipo.

— FVC: Bueno, eso habría que demostrarlo caso por caso. No conozco toda la historia del mundo. Pero de los nacionalismos que conozco, no salvo ni uno. Yo pienso que hablar un idioma u otro, no le convierte a uno en mejor persona…

Alasbarricadas: Bueno, pero tenga en cuenta que en nombre de otras abstracciones también se cometen crímenes. En nombre de la democracia, de la libertad, del progreso, o incluso de la anarquía, por ejemplo…

— FVC: Claro. Todas las abstracciones son terribles en manos de los poderosos. Por eso queremos acabar con el Poder. Le recomiendo pues, que escriba algo en contra de la anarquía, y pruebe los crímenes que se nos achacan con facturas y auditorías. No tengo nada que objetar. Cada cual que escriba contra o a favor de lo que le dé la gana, lo importante es ser veraz.

Alasbarricadas: ¿De dónde surge el nacionalismo, cuál es su punto de partida?

— FVC: Hay un impulso humano, por llamarlo de algún modo, que nos lleva a clasificar, a jerarquizar, a construir identidades, tanto personales como colectivas. Esa ordenación que hacemos de elementos que están en el entorno, nos hace percibir un yo frente a un tú, y un nosotros frente a un ellos. Ese impulso puede traducirse de muchas maneras: mediante una moda, un club deportivo, una religión, un sindicato, una filosofía… Eso nos hace ser aceptados como miembros de un grupo, y a su vez nos hace ser rechazados al excluirnos de otro. Decimos lo que somos, y lo que seguramente nunca podremos ser. Una posible traducción de ese nosotros, en tiempos modernos, es la nacionalista.

Alasbarricadas: ¿Eso en sí es perverso?

— FVC: Perverso suena muy moral. Lo objetivo es afirmar que el nosotros siempre se muestra como mucho mejor que el ellos. Nosotros siempre somos buenos, nuestras costumbres son lógicas y agradables. Las de los demás son siempre raras y extravagantes, o típicas y curiosas, o malas y desagradables. Y por eso, nosotros siempre les necesitaremos a ellos.

Alasbarricadas: ¿Cómo dice?

— FVC: Que toda diferencia se mide en el contraste.

Alasbarricadas: Ahhh… Cuando habla de nacionalismo, ¿a qué se refiere exactamente?

— FVC: Me refiero a una ideología estatal que agrupa a la población dominada en base a unas cuantas características comunes, que suelen ser la historia, el idioma, un par de costumbres, el territorio plasmado en un mapa, algunas relaciones comerciales y un supuesto destino colectivo. Todo ello es invocado por políticos en el poder o con ganas de tener poder, para legitimar el sometimiento de la población definida como nacional.

Alasbarricadas: ¿A eso reduce usted todo problema nacional?

— FVC: No. Pero, por resumir: a eso. Quienes organizan los cacaos, no son la señora de la limpieza, ni el tendero, ni el albañil, ni el profesor. Son personas mucho más tenebrosas, los políticos, los ambiciosos, que aprovechan los sentimientos de identidad, el espíritu de rebaño de nuestra especie, para organizar los hatos. El sentimiento de identidad común, es decir, lo que pensamos que somos como grupo, altos, guapos, fuertes, nobles, listos…, esas gilipolleces, ese es el ladrillo del edificio nacional. Los ingenieros del conflicto nacional son siempre gente más señalada, los potentados, sus sirvientes intelectuales, los golfos de ese tipo que quieren quedarse con los muebles del vecino y extorsionar al obrero.

Alasbarricadas: ¿Es ese un análisis de clases sociales? ¿No está ese tipo de análisis desfasado ante el análisis de la etnicidad?

— FVC: Ahora mismo, en Europa, mirando a los mercados (que son los ricos), y a la prima de riesgo y a otras abstracciones económicas en torno al euro, la cosa es cosa de ricos y de pobres. Basta con mirar a los protagonistas que se llenan la boca de Patria. Hace poco, en Sevilla, hicieron una Jura de Bandera para patriotas, que desde que acabó la mili no juramos eso, y tuvieron que darles bien de comer con dinero público, porque eran hijos e incluso hijas de dirigentes socialistas, populares, de grandes empresarios y de curas. Juraron defender a la Patria, y luego se tragaron cada uno veinte cigalas tan gordas como mi brazo y un montón de vino del bueno para pillarse el flash. ¿Dice que ese es un análisis de clase desfasado?

Alasbarricadas: No obstante hay movimientos de liberación nacional que no se muestran como usted está diciendo, por ejemplo mapuches, movimientos indígenas…

— FVC: Si algún tipo de movimiento social no se adapta al cuadro que pinto, pues no tiene por qué darse por aludido. No hay ningún problema, ¿no le parece? Hay pueblos, pocos van quedando, que mantienen modos de vida comunitarios y formas de producción, que no se encuentran integradas totalmente en el engranaje del mercado capitalista, pueblos que resisten la penetración ideológica occidental, y veo bien su preservación y sus luchas.

Alasbarricadas: ¿Siente simpatía por los movimientos de liberación nacional?

— FVC: Por supuesto. Siento simpatía por cualquiera que desee liberarse de cualquier cosa opresiva. Esas mallas de las calzonas, sí hombre, no ponga esa cara, esa red de los bañadores que pone el fabricante para sujetar las herramientas, es lo primero que corto y quito cuando me las dan en la parroquia, porque me aprietan el chopo y… Mire, mire usted, todo al aire, libre…, así entiendo la liberación nacional.

Alasbarricadas: Por favor, no me ha respondido. Es contradictorio lo que dice…, joder, qué frío hace, oiga, ¿está empezando a llover?

— FVC: Cada cual se una y separe como mejor le convenga, sin más atadura que el deseo. El nacionalismo que critico es un ful, es ese que habla de la Historia, el Territorio, el Destino, el Pueblo, y sus costumbres (que casi nadie practica), para formar un Estado. Si un grupo de personas se organiza para practicar una costumbre, y ya está, me parece bien. A lo más que llego es a ver si la costumbre me parece oportuna o no. Yo, por ejemplo, no trago las corridas de toros ni la Semana Santa, por más popular que sea…

Alasbarricadas: Bueno, es que esos espectáculos o costumbres no forman parte de la cultura del pueblo…

— FVC:¿Usted cree? Yo los veo algo extendidos, la verdad. Otra cosa es que no me gusten.

Alasbarricadas: ¿Cuáles serían los rasgos comunes del pueblo entonces?

— FVC: Si hay que definir al pueblo por sus costumbres comunes, yo diría que sus rasgos comunes son un montón de tradiciones estomagantes y organizaciones nefastas. El fútbol, los toros, los santos, votar, ir a la escuela…

Alasbarricadas: ¿Estado y Nación van unidos?

— FVC: Ahora mismo y mientras no se demuestre lo contrario, pues sí. Es como preguntar si puede haber cristianos sin Iglesia. Lo mismo hay alguno desorganizado, vete a saber... Pero la excepción confirma la regla.

Alasbarricadas: Lo que quiero decir es si puede haber nacionalistas sin Estado.

— FVC: A mí me parece que no. A la vista está que los nacionalistas tienen siempre al Estado encima. Si faltase el Estado a los nacionalistas, habría otro deseando de tomar el puesto, intentarían construirlo… Y si los anarquistas destruyésemos el Estado, no habría nacionalismo. Habría otra cosa mucho más fragmentada.

Alasbarricadas: ¿Cuál sería entonces el nacionalismo que le parece más condenable?

— FVC: En nuestro caso, sin dudarlo, el nacionalismo español, por ser el más fuerte. Es el más estúpido por ser el mejor asentado.

Alasbarricadas: Dice que los poderosos instrumentalizan los nacionalismos para ejercer la dominación. ¿No podríamos emplearlos nosotros para liberarnos?

— FVC: Yo pienso que cualquier nacionalismo es estúpido, así que intentar instrumentalizarlo para liberarnos, es una estupidez. ¿Por qué no emplear la religión, que también está muy asentada por desgracia?

Alasbarricadas: ¿Existe España?

— FVC: Claro. Incluso dicen que hay dos Españas, una Revolución Española, un laberinto español, la canción española, la CNT de España... Y también está el cerdo ibérico, naturalmente.

Alasbarricadas: ¿Y la base del nacionalismo?

— FVC: ¿Otra vez? Todo nacionalismo se basa en la creencia de que existe algo común vinculado al territorio que nos une a mí y al otro. Y una vez mucha gente cree en esa estupidez, pues funciona igual que puede funcionar Dios o el dinero, que son otras entelequias. ¿Qué tengo que ver yo con nadie?

Alasbarricadas: ¿No le gustaría fundar una Nación de su preferencia, o vivir en una de las que hay que más le guste…?

— FVC: Me gustaría vivir en la Nación de las personas.

Alasbarricadas: En su libro afirma que desde un punto de vista a-nacional, un burro es más inteligente que un humano patriota.

— FVC: Algunos humanos son inteligentes, por supuesto, hay científicos que los estudian en sus laboratorios subterráneos. Ahora bien, los burros son infinitamente más humanistas que los patriotas: jamás han llevado a cabo una guerra en nombre de la Patria, jamás han encarcelado o fusilado a un disidente que en lugar de rebuznar un alegre «ji jàaa, ji jàaaa», suelte un despreciativo «ju jáaaan». Alguna coz, algún bocado, y eso es todo.

Alasbarricadas: ¿Toda identidad étnica o cultural depende de un Estado para preservarse?

— FVC: Pues no… Por ejemplo, tiene usted a los gitanos, que perseguidos y despreciados por todos los nacionales, siguen siendo gitanos desde miles de años, y nunca han querido un Estado propio. Gracias a ello pasarán a la historia, si tienen suerte, como uno de los pocos pueblos que no ha organizado guerras de exterminio, bombardeos, limpiezas étnicas… Si pudiera volver a nacer, y tuviese que elegir identidad, elegiría ser gitano palmero…

Alasbarricadas: También tienen cosas cuestionables.

— FVC: Como usted, como yo y como todo. Pero cada individuo escribe su propia historia.

Alasbarricadas: ¿Qué solución daría a los problemas nacionales en la Península e Islas?

— FVC: Como medida inmediata, la plurinacionalidad y separación del Estado de la Nación. Que en el territorio español la gente se adscriba a la nacionalidad que prefiera, o a varias, por ejemplo, la china, la inglesa, la española, la cordobesa... Que los adeptos empleen su dinero en apoyar las empresas colectivas nacionales que elijan, hospitales, escuelas, fondos de pensiones paraguayos… Así competirían las diversas nacionalidades pacíficamente, y atraerían a sus súbditos en función de lo que ofrezcan a sus miembros, y no por el hecho de nacer en un sitio, que luego uno tenga que ser no sé qué cojones o bailar no sé qué leches. Ello llevaría a la quiebra del Estado seguramente, así que no creo que esta propuesta tenga mucha aceptación.

Alasbarricadas: No le entiendo…

— FVC: Caray, pues que a la hora de la siesta te sonaría el teléfono y te dirían… «Esteee, ¿la señora de la casa? Ché, viiite… Le chamo de Nasión Argenshina para ofrecerle el paquete dúuuuo: shino y platense por cuarenta y nueve con noventa y nueve pesos mensuales, con la oferta le metemos el dentiiista y el colegio de los niños… Claro loca, nos hemos fusionaaado los shinos y argentiiinos, nada nos podrá detener ahooora… No loooca, vos no tenés que precuparos de nada, ni de aprender shino, nooo, claro que no flaca, sí claro que síiii flaca, Argenshina te da de baja como galega…»

Alasbarricadas: ¿Pero eso lo dice en serio?

— FVC: Absolutamente. Se acabarían los conflictos inter-étnicos. ¿Usted ha visto alguna vez pelearse a un cliente de El Ocaso con otro de Mapfre, por cuál es mejor compañía? Pues con esto de la nación intercambiable pasaría lo mismo. La gente se adscribiría a una u otra nación en función de la oferta, y no por chorradas del «¡Mantengamos nuestras costumbres! ¡Los extranjeros nos roban a nuestros cónyuges!». Lo mismo así, en lugar de la pareja de Testigos de Jehová, a la hora más inoportuna llama a tu puerta la pareja de Hispanos de Jehová…

Alasbarricadas: Volviendo al libro…

— FVC: Como he comprobado que hay gente a la que le gustan las dedicatorias de autor, me he comprometido con la asociación cultural Siete Entidades a firmar uno por uno todos los ejemplares, y dedicarlos al comprador. Cuando hagan el pedido, si quieren dedicatoria, ya saben. Lo dicen, me ponen su nombre, y tendrán un producto de alta calidad con firma original. Y si hace más la breva, se lo numero, por la cosa del coleccionismo, para que dentro de sesenta años, cuando reine la anarquía, tengan un libro del Ventura firmado y numerado.

Alasbarricadas: ¿Qué espera del libro que ha escrito? ¿Qué les diría a los lectores?

— FVC: Que al que le venga el sayo, que se lo ponga. He intentado ofrecer un relato bueno, entendible, didáctico y ameno. Lo he hecho lo mejor que he podido dadas mis circunstancias económicas, laborales y personales… Deplorables. Espero que les guste y lo disfruten y lo regalen en cumpleaños y navidades… Ah, lo que sí quisiera es que usen las ideas que se ofrecen como material de reflexión, no como arma de vulgarización ideológica para machacar las ideologías nacionalistas.

Alasbarricadas: La verdad, tampoco entiendo yo eso.

— FVC: Las ideas son conceptos que han de ser acogidos con reserva y crítica. Muestran una interpretación de la realidad, no la realidad. No ponga esa cara. Es de Bakunin.

Alasbarricadas: Mejor dejemos eso y seamos positivos.

— FVC: Seamos muy positivos.

Alasbarricadas: Gracias por atendernos. Esto…

— FVC: Se sale por ahí. Vayan hacia cualquier parte y llegarán al mar.

Alasbarricadas: Ah. Nos deja mucho más tranquilos.

— FVC: Claro, para llegar al mar, solo hay que andar.

martes, 29 de noviembre de 2011

CGT-Limpiezas Madrid acosa y despide. ¿Anarco...qué?... Y un carajo


ANTE EL DESPIDO DEL ADMINISTRATIVO POR PARTE
DEL «SINDICATO» DE LIMPIEZAS DE CGT-MADRID

El Miliciano SOV CNT-Chiclana

Pedimos solidaridad ante el despido disciplinario por parte de un pleno de delegados/as del administrativo que trabajaba para el «Sindicato» de Limpiezas de Madrid federado a CGT, mediante el envío de faxes o correos electrónicos pidiendo la readmisión del trabajador y la expulsión de los responsables.

«Sindicato» de Limpiezas: Fax: 915339361
Correo: info@cgt-limpiezas-madrid.org


Ante la difamación y calumnias que han llevado a nuestro compañero a ser despedido de manera injusta y autoritaria en un pleno de delegados/as el pasado 2 de noviembre manifestamos:

Que el trabajador jamás ha sido sancionado, amonestado o cuestionado por su trabajo antes de proceder a su despido.

Que este hecho nos parece muy grave al proceder el despido por parte de un «sindicato», que debe luchar ante todo por los derechos de los trabajadores y el mantenimiento del empleo digno.

Que la decisión de expulsión se realice por parte de un pleno de delegados/as cuestiona mucho los principios anarcosindicalistas, pues recordamos que estos delegados/as obtienen derechos como los expedientes contradictorios o la readmisión en caso de despido improcedente, que ellos mismos han negado al trabajador.

Que la actitud de estos delegados/as es más propia de patronos o socios de una multinacional que de militantes anarcosindicalistas que defiendan los derechos de los trabajadores.

Además, recordamos que el trabajador es también militante anarcosindicalista y participa activamente en los movimientos sociales de Madrid, pudiendo el «sindicato» haber mantenido una actitud de dialogo pero ha optado por la imposición de un despido.

Ante estos hechos tan graves iniciamos una campaña de solidaridad por la readmisión del trabajador y la expulsión o inhabilitación de los culpables de mantener actitudes autoritarias dentro de un «sindicato» autodenominado anarcosindicalista.

Por todo ello invitamos a la gente que quiera sumarse a esta campaña de solidaridad que envíen faxes o correos electrónicos a las siguientes direcciones exigiendo la readmisión del trabajador despedido y la expulsión del «sindicato» de los responsables.

Nota de El Miliciano: Si.. ya, ya...que la tenemos tomada con la CGT, dirán algun@s, pero como dijo no sabemos quién «No hay peor ciego que aquel que no quiere ver».

La estupidez del nacionalismo por Lu Tao (fragmento)

Por Fernando Ventura
Editado por Las 7 entidades, 2011, 168 pp.




Los informes que llegaban de la provincia secesionista de Guanpong eran cada vez más confusos, y deseando tener una visión objetiva del problema, la princesa Ho Sa Nian envió a Lu Tao como espía. Al cabo de un mes regresó con su informe.


— Como sabes, Princesa, los pobladores de Guanpong son en su mayoría guanponeses, aunque hasta ahora habían convivido sin problemas con la minoría quinista. Pero los agentes del Imperio Quong están excitando a la población en contra de vuestro padre, de quien dicen que es un estúpido, ya sabéis... El movimiento secesionista de Guanpong es amplio y decidido. Asistí junto a Jormungand a un acto patriótico que os describo. En una gran prado verde habían dispuesto un escenario en el que los traidores soltaron sus discursos. Un millar de hombres y mujeres aplaudían. Todo estaba decorado con los estandartes de Guanpong, que son de color verde con un cerdo de cabeza blanca. En un momento dado, empezó una representación patriótica. Pasaron corriendo unos hombres vestidos con un traje blanco de algodón llevando grandes cencerros. Luego aparecieron más, pero estos iban dentro de una mesa camilla con flecos... Sí princesa, forma parte del traje provincial tradicional. Hacen un agujero en una tabla redonda, la cubren con un mantel, se meten dentro y corren haciendo círculos. Luego se les unen los de los cencerros. Debe de ser algo muy emotivo porque había gente llorando de la emoción. Después se mostró en el escenario a un gran cerdo de cabeza blanca, y lo pasearon ostentosamente. Al fondo había un bosque, y de él salieron diez jóvenes con armadura, lanza, escudo y el emblema de Guanpong. Cubrían su cabeza con un casco llamado tricornio que les tapaba la cara. Desde el escenario, su portavoz, un tipo atlético, una especie de Capitán Cao, aseguró que estaban dispuestos a morir por la Patria Libre de Guanpong, y recordaron a sus mártires y a los presos que languidecen en vuestra prisión local. Afirmó la indivisibilidad de Guanpong y la necesidad de unir a los guanponeses de territorio Quon con los de Quin. Después se fue todo el mundo a casa.

— ¿Pero qué tontería es esa? Guanpong siempre ha sido leal al imperio Quin. ¿De dónde sacan esas ideas?

— Bueno, ellos afirman que son peculiares, diferentes. Uno de sus signos de identidad, del que se sienten orgullosos, es de su idioma.

— ¡Pero si hablan chino! ¡Como todos nosotros!

— Sí. Pero los guanponeses no pronuncian la “r” y la cambian por una “d”. Y cecean. Así dicen, por ejemplo: “El pedo de Zan Doque no tiene dabo, podque Damón Damídez ze lo ha codtado”... ¡No te rías princesa! Ellos creen que es muy musical y se enojarían mucho si te viesen carcajearte de su idioma... Además, a ellos les hace mucha gracia cómo hablamos nosotros. El otro signo de identidad es el cerdo de cabeza blanca. Ya sabes que los de Quon y los de Quin nos los comemos (calamares y perros aparte). Ellos no. Los usan como mascotas. Tener en casa un cerdo de cabeza blanca es el colmo del patriotismo guanponés. ¡No te rías princesa! ¿Quieres organizar una guerra civil? El cerdo de cabeza blanca es tan importante como pintar de rojo los dragones o comer calamares...

— Lu Tao, ¿qué hacen mis funcionarios para tener a raya a esos estúpidos?

— Pues lo normal en estos casos: detienen a los que pasean cerdos amparándose en la legislación sanitaria. Han prohibido las mesas camillas y cencerros y obligan a que las vacas lleven campanas. En la escuela se burlan de la pronunciación popular de la “d”... cosas así. Tienen una bonita colección de presos que son torturados según la legislación vigente para que canten... Los patriotas de Guanpong responden con secuestros, apuñalamientos de funcionarios, clavos envenenados en las sillas... En definitiva, la opresión nacionalista se hace insoportable. Todo está cada vez más liado y puede haber un levantamiento en cualquier momento. De hecho a Jormungand, por tocar el cuerno cuando hacían una cencerrada por poco le linchan...

— Muy bien. Puedes retirarte.

— Princesa Ho Sa Nian, como espía ya sé que no puedo darte consejos, pero me voy a tomar esa libertad como es habitual en mí, aunque luego tenga que ir algún tiempo al cepo. Ya sabes lo que dijo el sabio Lao Tzú:


"Los mejores gobernantes son apenas conocidos por sus vasallos; los hombres poderosos no deben usar la violencia, pues la violencia tiene la costumbre de retornar; las zarzas crecen donde quiera que vaya un ejército, y años de hambre siguen a una guerra."


Princesa, este es mi consejo: suelta a los presos, destituye a los funcionarios, idemniza a todas las víctimas, será más barato que la guerra. Luego licencia las tropas, date una vuelta por Guanpong, métete en sus tabernas y deja que pronuncien la “d”, que empleen cencerros, tricornios, mesas camillas, que paseen cerdos o que los metan en las camas si quieren. Todo eso carece de importancia. El nacionalismo es estúpido, pero más estúpido es quien desde fuera se lo toma en serio. Además, tienen una Princesa a la que llaman Tigresa Lady Wu. Su padre un cretino tan grande como el vuestro, y harás migas con ella...

— Como espía tienes mi consideración y afecto. Como consejero te has ganado dos días en el cepo.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Patriotismo

Por RAFAEL BARRETT

La idea de patria ha perdido mucho de su virulencia. Los dioses, hace ya tiempo, se inclinaron al cosmopolitismo. Jesús fue mal hebreo. Se entendía con los gentiles, y hablaba de paz. Aseguraba que no era necesario ser judío para salvarse. La divinidad obraba así en defensa propia. Vinculada a sus tribus, fiadora de ellas y obligada a batirse a su lado, su situación era comprometida. El pueblo elegido recibía más palizas que ningún otro. Después de cada una, las explicaciones con Jehová se hacían penosas. Durante los siglos cristianos, en cambio, las naciones europeas no se destrozaban sin solicitar antes de un mismo Dios la victoria, y con la misma confianza. La Providencia ganaba siempre. Jugaba de banquero, no de punto; se había emancipado de las contingencias del patriotismo.

El hombre ha seguido un método análogo. Si algún consuelo inducimos de la evolución, tal como nos la imaginamos, es el de la eficacia creciente con que nos sustraemos a las contingencias del mundo. Entre las veleidades de la atmósfera y la tibieza uniforme de nuestro hogar hemos puesto un vidrio inteligente. Las tormentas no suelen estorbar la celeridad serena de nuestros viajes. Nuestra sangre de animales privilegiados nos da el ejemplo: haga frío o calor, se mantiene en sus treinta y siete. Bueno es, por no morir, adaptarse al medio externo: mejor es subsistir sin adaptarse, en la afirmación soberana de un destino propio. Hemos vuelto estas armas contra los mismos dioses, cuyo capricho nos hemos negado a padecer. No les hemos suprimido: les hemos delimitado. Les hemos cerrado la puerta.

Estamos ahora delimitando la naturaleza, pero no para librarnos de ella, sino para circunvenirla. No renunciemos a la finalidad. Antes era celeste. Hoy es terrestre, y pensamos cumplirla mediante la ciencia. Lo deseable nos parece lógico. No nos desanimemos. El patriotismo es un molde muy chico para nuestro futuro. Porque al delimitar la naturaleza nos homogeneizamos. El patriotismo es la división. No venceremos desunidos.

El dualismo, la oposición que es base de la vida, se va dibujando según perspectivas nuevas. Se polariza la humanidad, atenta a juntar sus esfuerzos. Quiere cautivar las energías naturales, y no es un grupo quien ha de conseguirlo. Ni una raza. ¡Ay de los que cultivan el patriotismo blanco! Los japoneses nos han convencido de que también los amarillos son hombres. Los que manejan con tanta habilidad los cañones pueden manejar igualmente aparatos de mayor trascendencia.

La especie humana frente al universo físico: he aquí el cuadro. La ciencia es indispensable. Todos somos sagrados para el porvenir.

Pero ¿qué es una ciencia nacional? Una mentira.

¿Conocéis la química francesa, la astronomía alemana? La máquina y la astronomía nos pertenecen a todos; han sido creadas por la humanidad, y para la unanimidad.

Si la ciencia no es una, no es ciencia. En esto se asemeja al amor. Y si la ciencia es el instrumento, el amor es el impulso. Separad la ciencia y el amor, y los destruís.

Todavía explotamos a los débiles. Mientras no los amemos y los levantemos hasta nuestra frente en un beso hermano, la ciencia está amenazada. Sólo una cosa matará a la ciencia, el odio. Estrangulemos el odio.

No: la ciencia se encargará de aniquilar al odio. Concluirá con el patriotismo porque lo específico del patriotismo es el odio.

Un patriotismo que no odia al extranjero no es patriotismo, es caridad. Y una caridad que se detiene en las fronteras no es más que odio.

Amad vuestra tierra, y también la ajena. Amad vuestros hijos y también los ajenos. Admirad los héroes de aquí y de allá. Y no admiréis los héroes asesinos, aunque sean de aquí.

Pero si no amáis sino lo vuestro, no amáis, odiáis. Y mientras odiéis estaréis privados de la ciencia, y frente a la realidad sombría no seréis más que miserables fantasmas.

domingo, 20 de noviembre de 2011

El histórico militante anarquista Jacinto Toryho desenmascara el nacionalismo catalán

Jacinto Toryho, miembro de CNT y de la FAI y director de Solidaridad Obrera de 1937 a 1939, testigo del fracaso del golpe militar del 36 en Barcelona y de la llamada Revolución Española, denunció explícitamente en su libro Del triunfo a la derrota (Argos Vergara, 1977) cómo las gastaba el separatismo catalán cuando no conseguía llevar a su redil al movimiento obrero. Hoy es preciso rescatar esa parte de la historia que los falsarios del «nacionalismo de izquierda» (últimamente bajo los ropajes del «¿anarco?independentismo») ponen tanto empeño en que olvidemos. Cuando Torhyo toca el tema de la proclamación del frustrado Estat Catalá, que coincidió y no por casualidad con el levantamiento proletario en Asturias en Octubre del 34, opina lo siguiente:

  «Simultáneamente a la tragedia asturiana se produjo la tragicomedia de Cataluña. Aquélla fue un conato de auténtica revolución, mientras que ésta no pasó de mísera caricatura, bufonada que anegó en ridiculez a sus promotores. /.../

Jacinto Toryho, en su época
de exiliado en Argentina.

  Los inspiradores, organizadores y directores de la ‘epopeya’ fueron dos alienados que se adueñaron de los resortes del Poder con la complacencia y la colaboración de varios cultores de la hipocresía en sus innumerables matices /.../ Al aludir a los inspiradores, organizadores y directores me refiero a José Dencás Puigdollers, consejero de Gobernanción, jefe de los servicios de Orden Público, también separatista y jefe de los ‘escamots’, grupos armados a los que imprimieron una tónica mussolinesca. Dencás era un separatista que odiaba a España con fervor satánico. Poseía todos los rasgos que el psiquiatra halla en el paranoico. Con anterioridad a la República había militado en la Lliga [Regionalista, de fuerte tendencia derechista]. Luego se pasó a la Esquerra y Estat Catalá. Siendo diputado de las Cortes Constituyentes, su pueril fervor antihispánico le llevó a desgarrar con una hoja de afeitar los escudos de la República Española que había grabado en los pupitres de los escaños correspondiente a Esquerra Catalana. Antes de la ‘proeza’ de octubre, los ‘escamots’, capitaneados por Badía, practicaban el deporte de apalear obreros a los que previamente secuestraban para someterlos a torturas diversas, por la más férrea negativa de éstos al menor con tacto con ellos. Porque los trabajadores de Cataluña, originarios de tierra catalana o de otros puntos de la Península, jamás tuvieron nada en común con los catalanistas de la derecha (la Lliga), ni con los de la izquierda (la Esquerra), quienes en lo social no eran fracciones diferentes, sino dos expresiones reaccionarias a las que solamente separaba un matiz partidista electorero. /.../

  La insurrección de Cataluña tuvo una nota original: comenzó con una huelga general impuesta por el Gobierno contra la voluntad de los obreros que se negaron a hacer el juego a los innovadores. Pues tratábase de una innovación singularísima, ya que por primera vez en la Historia la huelga general la organizaba y dirigía el Poder público. Los ‘escamots’ de Dencás y Badía, armados hasta los dientes, los días 5 y 6 impusieron el cierre de fábricas, oficinas, bancos, tiendas, talleres. Mas no habían contado con la ‘huéspeda’: los trabajadores se negaban a complacerlos. En algunas fábricas cedían momentáneamente ante las armas exhibidas por los representantes de la coacción oficial, mas apenas éstos se alejaban, volvían al trabajo con más ahínco. Los medios de de transporte fueron paralizados merced a la elocuencia de las ametralladoras de que hacían alarde los hombres de Badía. /.../

Escamots desfilando.
El fascismo catalán en acción.

  En el feudo de Dencás /.../ se halló un montón de cenizas de papeles y documentos incinerados antes de escapar [tras el fracaso del golpe de estado secesionista], pero encontróse sin haber sido pasto de las llamas la lista firmada por Miguel Badía con los nombres de las personas que deberían ser fusiladas al día siguiente del triunfo allí donde se las encontrara y sin formación de causa. La mayoría de esos nombres eran militantes de la FAI y de la CNT. /.../

  Acerca del ‘generalísimo’ de la insurrección separatista [Dencás] y de la Esquerra que la impulsó, escribió, en 1935, Joaquín Maurín [ex-secretario general de la CNT que se pasó a la facción antiestalisnista del marxismo], líder del Bloque Obrero y Campesino: /.../ "Dencás, jefe de la fracción de ‘Estat Catalá’, turbio en sus propósitos, no podía ocultar sus intenciones deliberadamente fascistas. Todo su trabajo de organización y toda su actividad política tendían hacia un objetivo final: un fascismo catalán. Su declaración de guerra a los anarcosindicalistas, sus ‘escamots’ de camisas verdes regimentadas, todo eso tenía un denominador común: el nacional socialismo catalán"».

¿Qué el nacionalismo español es fascista y los pequeños nacionalismos como el catalán, el vasco o el gallego son de izquierda? Nada más lejos de la realidad: los hechos del pasado parecen echar por tierra ese mito de la «izquierda» posmoderna.

Propaganda catalanista actual con el eslogan
genocida de los almogávares: «Desperta Ferro!»


sábado, 19 de noviembre de 2011

Etnomanía

Por MARVIN HARRIS

En la política racial y étnica, cada grupo tiende a prestar mucha más atención a sus propios orígenes, heroísmo, sufrimientos y logros que a los de los demás grupos raciales y étnicos. Consecuencia de ello es que las ficciones racistas y etnocentristas se disfrazan de reformas educativas, como cuando se afirma que los egipcios son negros o que los griegos «robaron» la cultura occidental a los egipcios. Las fabulaciones sobre la ascendencia racial y étnica empleadas tanto por los grupos raciales y étnicos dominantes como por los dominados se han elaborado con un descaro total, como si Gregor Mendel no hubiera existido jamás. Por ejemplo, los individuos que tratan de identificarse como «mestizos» o «pertenecientes a otros grupos», o que intentan «inhibirse» son objeto de vilipendio.

La sangre sigue considerándose la sustancia hereditaria que define la ascendencia (en lugar del ADN); la norma de «basta una sola gota de sangre», como hemos visto, todavía aturde a personas de buen nivel cultural. Mientras algunos líderes étnicos y raciales parlotean sin cesar sobre la preservación de culturas que no han existido nunca, otros postulan teorías que achacan el colonialismo al corazón gélido del hombre blanco y que explican el jazz negro como resultado de altas tasas de melanina. Al mismo tiempo, en la mayoría de las ciudades universitarias, la segregación se ha generalizado hasta tal punto que cada grupo étnico y racial trata única y exclusivamente de mantener a los demás a distancia prudencial. En esta situación, la etnicidad degenera en una modalidad especialmente agresiva y virulenta del etnocentrismo, modalidad para la cual el término «etnomanía» parece idóneo.

Teorías sobre la cultura en la era posmoderna (1989).

El doctor Yosef A. A. ben-Jochannan, historiador y convencido
afrocentrista,
afirma que Aristóteles robó las ideas que se convertirán
en las bases de la Filosofía occidental
de la Biblioteca de Alejandría,
donde los negros africanos habían depositado sus conocimientos.

domingo, 13 de noviembre de 2011

Sobre el indigenismo

INDIGENISMO. Tendencia política y cultural, ligada al izquierdismo, que revaloriza el pasado de los pueblos indígenas americanos precolombinos, contraponiéndolo a las tradiciones europeas, y particularmente, a las españolas, consideradas conservadoras.

ENCLIC. Después de una exaltación retórica (s. XVIII) y cientifista (s. XIX), el indigenismo pasó a ocupar un puesto importante en los programas tanto estatales (Plan Indigenista Andino, Comisión Indigenista) como los partidos políticos (APRA y Partido Comunista de Mariategui, en Perú, MNR en Bolivia, sinarquistas mexicanos) o de la Iglesia (Consejo episcopal latinoamericano), adquiriendo un significado político-social. Su periodo más importante en este sentido data de los años 30, particularmente en México durante el mandato de Lázaro Cárdenas, con el florecimiento de la pintura mural de Rivera, de Orozco y de Siqueiros.

DICCIONARIO LAROUSSE
DE HISTORIA UNIVERSAL
(1960)


Algo más sobre el tema del indigenismo:
«¿Universalismo o multiculturalismo? Sobre la cuestión indígena» por Juan José Sebreli.
«Indigenismo y "socialismo del siglo XXI"», por Corriente Comunista Internacional.

sábado, 12 de noviembre de 2011

Ni fronteras ni banderas...

Ahora que empiezo otra nueva experiencia en este blog... Para alguien a quien le da igual enfrentarse a barbudos muertos y a teóricos actuales que se autodenominan anarquistas o defensores de la libertad, o para aquellos que consideran el cosmopolitismo y el internacionalismo como algo trasnochados, y encima tengan la desfachatez de considerarse «libertarios independentistas», les dedico este texto mexicano (compuesto con frases de Ricardo Flores Magón). Por lo menos todavía hay gente que tiene las cosas bien claras. Y además aprovechando que en estas fechas se cumple el 101 aniversario de la Revolución Mexicana, una revolución con gran participación de trabajadores, pero que en el fondo fue otra revolución burguesa más.


Y bien; ¿qué patria tiene el pobre? El que no cuenta más que con sus brazos para ganarse el sustento, sustento del que carece si el amo maldito no se le antoja explotarlo, ¿qué patria tiene? Porque la patria debe ser algo así como una buena madre que ampara por igual a todos sus hijos. ¿Qué amparo tienen los pobres en sus respectivas patrias? ¡Ninguno! El pobre es un esclavo en todos los países, es desgraciado en todas las patrias, es un mártir bajo todos los gobiernos...

... La patria es de los que la poseen, y los pobres nada poseen. La patria es la madre cariñosa del rico y la madrastra del pobre. La patria es el polizonte armado de un garrote, que nos arroja a puntapiés al fondo de un calabozo o nos pone el cordel en el pescuezo cuando no queremos obedecer las leyes escritas por los ricos en beneficio de los mismos ricos. La patria no es nuestra madre: ¡es nuestro verdugo!

Y por defender a ese verdugo, nuestros hermanos los proletarios de Europa se arrancan la existencia los unos a los otros...

... Entonces la revolución que nació en México, y que vive aún como un azote y un castigo para los que explotan, los que embaucan y los que oprimen a la humanidad, extenderá sus flamas bienhechoras por toda la Tierra y en lugar de cabezas de proletarios rodarán por el suelo las cabezas de los ricos, de los gobernantes y de los sacerdotes, y un solo grito subirá al espacio escapado del pecho de millones y millones de seres humanos: ¡Viva Tierra y Libertad!

En los libros de las escuelas, la burguesía fomenta el patriotismo entre la niñez, sembrando así en los tiernos pechos el odio a las demás razas que pueblan el mundo. Las fiestas patrióticas abundan en todas las naciones del mundo; el culto a la bandera raya en fanatismo en todos los países; las tradiciones nacionales encuentran poetas y literatos que las narran, inflamando en los pechos de la gente soberbias insensatas, vanos orgullos de raza, pues esos literatos burgueses se dan maña para hacer entender que no hay raza más grande, más valiente, más inteligente que aquella a la que se dirigen. De esta manera la burguesía divide en razas y en nacionalidades a los habitantes de la tierra; y el trabajador ruso se considera más valiente que su hermano el trabajador francés, mientras el proletario inglés cree que no hay en la tierra un hombre como él; y el español, por su parte, se jacta de ser la obra más perfecta del mundo; y el japonés, el alemán, el italiano, el mexicano, los individuos de todas las razas, se consideran siempre mejores que los demás de las otras razas. De esta división profunda entre el proletariado de todas las razas se aprovecha la burguesía para dominar a sus anchas, pues la división por nacionalidades y razas impide que los trabajadores se pongan de acuerdo para derribar el sistema que nos ahoga...

Camaradas, el nacionalismo nos es impuesto para defender intereses que no son nuestros.

Bucer
15/09/10

viernes, 11 de noviembre de 2011

CONTRA TODOS LOS NACIONALISMOS

Editorial del periódico cnt 341



El nacionalismo es un llamamiento a los instintos mas primarios del ser humano: la tierra y la sangre; es decir, la tribu. Y por lo que respecta a la tierra, un trabajador, si es nacionalista, puede sentirse más afín a un compatriota explotador que a un explotado del otro lado de la frontera. Sólo así puede entenderse que haya independentistas que afirmen que el territorio a cuya independencia aspiran es un marco autónomo de lucha de clases, cuando, por el contrario, fue siempre axiomático, históricamente, que la única patria del obrero es su propia clase. Más asombroso es aún, si cabe, que se hable de nacionalismo de izquierdas, cuando la izquierda es internacionalista por definición. En cualquier caso, parece evidente que nacionalismo y anarcosindicalismo son conceptos antagónicos, y ello por muchas razones: dejando a un lado que los intereses de los trabajadores son económicos y no políticos, lo cual ya sería una razón de peso, habría que tener en cuenta que la insolidaridad y el egoísmo son consustanciales con el nacionalismo, lo cual choca frontalmente con el concepto de solidaridad, principio fundamental de la ética libertaria. Además, los libertarios —que siempre hemos pretendido la máxima difusión de la cultura verdaderamente popular— vemos cómo las diferencias culturales (y muy especialmente la lengua) son utilizadas no para el mutuo enriquecimiento cultural, sino como arma arrojadiza contra el otro, e incluso como instrumento de opresión, en perfecta coherencia con el expansionismo y el anexionismo que están en la base de todo auténtico nacionalismo. Y para ello, si es preciso, se falsifica la Historia.

Pero, si recordamos un poco la Historia, no sólo veremos que los conflictos de intereses entre naciones han causado las guerras (en las que los trabajadores somos los perdedores seguros), sino que podremos comprobar también el comportamiento absolutamente reaccionario de los nacionalistas: desde la colaboración descarada con el nazismo de no pocos movimientos independentistas (por ejemplo, los bretones y los flamencos), hasta la vergonzosa traición de los gudaris, que se rindieron cobardemente en Santoña (Cantabria) en 1937, facilitando así el derrumbamiento de todo el frente norte.

Pero que quede claro que nuestra critica al nacionalismo es una critica TODOS los nacionalismos. No estamos dispuestos a tomar partido por ninguno de los bandos, porque esa no es nuestra lucha, ya que nuestra meta irrenunciable es la desaparición del Estado (de todos los Estados) y, por supuesto, de toda forma de autoridad. En ocasiones se habla de anarcoindependentismo, pero eso no puede existir en el sentido político que se le da, y parece que el nacionalismo —el independentismo, en suma— está siendo utilizado como maniobra de distracción que desvíe a algunos incautos de sus verdaderos intereses, del mismo modo que fue utilizado hace ya un siglo el anticlericalismo que propagaba Alejandro Lerroux. Nosotros pretendemos —por utilizar la expresión clásica— la libre federación de libres asociaciones de trabajadores libres. Luchamos por el Comunismo Libertario. Esa es nuestra finalidad.


Enero 2008

Texto de la CNT de Toledo y el Ateneo Genaro Seguido a favor de la abstención activa




Otra vez nos llaman a votar. Mientras el paro, la pobreza y la miseria asolan al mundo como una pandemia, todos los partidos, grandes y pequeños, ponen en marcha su campaña para vendernos la fórmula mágica que nos solucionará la vida al módico precio de un voto.


Miles de promesas electorales embaucadoras intentarán abrirnos el apetito hacia ese nuevo paraíso terrenal que llevan prometiéndonos desde 1975 y que cada día se parece más a un auténtico infierno. Nos dirán que echar un voto a una urna y callar es la máxima expresión de nuestra libertad. Y luego a volver a nuestros hogares lapidados de hipotecas que no podemos pagar, a saludar a nuestra familia, a nuestras deudas, a seguir arrastrando la cadena perpetua al desempleo, la inestabilidad laboral, o, con suerte, un trabajo con un miserable salario.

No nos engañemos. Las grandes decisiones políticas que nos afectan, las deciden grandes multinacionales, bancos y grupos de poder que manejan en mundo (FMI, Banco Mundial, Comisión Trilateral, etc), poniendo y quitando gobiernos según sus intereses. A los ciudadanos solo nos dejan el “derecho” a elegir la mascara con la que estos grupos de poder nos gobernaran durante 4 años, sin que en ningún momento vean en peligro sus poderes y privilegios. No te engañes, no vives en una democracia sino en una dictadura empresarial capitalista. Las últimas noticias relacionadas con Grecia, Italia e incluso España, demuestran que toda la ola de recortes sociales y ataques a los/as trabajadores/as, han sido ordenadas por estos grupos.

Por todo ello votar el 20 de Noviembre significa votar sí a que todo siga igual, sí a dejar nuestras vidas en manos de otras personas, sí a la pasividad, sí a la fe en este sistema, sí, en definitiva, a la falta de libertad real porque nos creemos que somos tan incapaces de decidir el rumbo de nuestras propias vidas que preferimos dejarla en otras manos, aún a costa de que nos pisoteen, nos roben, nos manipulen o nos maten de hambre.

No somos engranajes inútiles. Podemos gestionar nuestras propias vidas y decidir sobre ellas. Existe otra forma de cambiar las cosas, otra forma que realmente nos implica con nuestras preocupaciones, deseos e inquietudes. Es de esta alternativa de la que queremos hablarte, y esta alternativa es la ABSTENCIÓN ACTIVA.

Nosotros y nosotras defendemos la única vía posible en estos casos: la Abstención Activa, es decir, la abstención por convencimiento propio. Un convencimiento que deriva directamente del rechazo a la llamada “legalidad democrática”. No queremos legitimar este sistema inhumano que nos está robando la vida y por ello denunciamos los mecanismos de representación que el Estado y el Capital establecen para generar la falsa ilusión de que vivimos en una sociedad democrática. Denunciamos el parlamentarismo como un pilar básico de este sistema capitalista y por ello nos abstenemos activamente en todos los procesos electorales que supongan una delegación del poder político de los trabajadores y trabajadoras. No votamos ni en las elecciones políticas ni en las sindicales, porque no queremos que ningún político o liberado hable por nosotros y nosotras. No queremos perder nuestra voz. Creemos en la autogestión y entendemos que ésta también es posible a nivel político. Nosotras y nosotros optamos por una forma de organizarnos donde seamos nosotros/as quienes, de igual a igual, participemos de forma activa y consciente en la toma de decisiones, y sabemos que esto la democracia parlamentaria nunca nos lo podrá ofrecer.

No dejes que te confundan. El problema no es el bipartidismo, sino el sistema parlamentario en si mismo. Los grandes partidos sólo hacen lo que los pequeños aún no pueden hacer.

No te preguntes qué vas a hacer el 20 de Noviembre. Pregúntate qué vas a hacer durante cada día los próximos cuatro años.

¡Que no, que no, que no nos representan! Ni los grandes ni los minoritarios ni la farsa del voto en blanco.

Organízate asambleariamente.

Organízate en la CNT-AIT.

lunes, 7 de noviembre de 2011

La URSS desconocida


Por VOLIN


El Estado bolchevique, montado en sus grandes líneas en 1918-1921, existe desde hace veinte años.

¿Qué es, exactamente, este Estado?

Se denomina Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Pretende ser un Estado proletario o aun obrero y campesino. Afirma ejercer una dictadura del proletariado. Se jacta de ser la patria de los trabajadores, el baluarte de la revolución y del socialismo.

¿Qué hay de verdad en todo ello? ¿Justifican estas declaraciones y estas pretensiones los hechos y los actos? Un rápido examen nos permitirá responder a estos interrogantes.

He dicho: examen rápido. En efecto, un estudio detallado y más o menos completo sobre el Estado ruso actual es un tema particular, que no constituye el objetivo de esta obra. Por otra parte, después de cuanto precede, bastará una mirada general. Contemplemos y ensamblemos lo que ya hemos dejado entrever.

Aprovecho la ocasión para hacer saber al lector no iniciado que existe actualmente [escrito este texto en 1939] en Francia una rica literatura en libros, folletos, artículos de revistas y de periódicos, etc., que permite hacerse una idea asaz exacta de la estructura, el funcionamiento y el espíritu del Estado soviético. Desde algunos años ha, han aparecido numerosas obras que ponen bien de relieve el verdadero carácter de este Estado: la naturaleza real de su gobierno, la situación verdadera de sus masas laboriosas, el exacto estado de su economía, su cultura, etc. Estas obras ponen a la luz los bastidores y los «bajos» ocultos del régimen, sus extravíos, sus «enfermedades secretas».

Los autores no procuran, por cierto, profundizar el problema a fin de establecer las causas y las consecuencias de la decadencia. Ni menos hacen alusión alguna a esa otra llama: la idea libertaria, su papel y su suerte en la Revolución rusa. Para ellos, como para tantos otros, es éste un terreno desconocido. No entrevén ninguna solución. Mas comprueban sinceramente los hechos. Hacen ver así la ruta falsa tomada por la Revolución y prueban irrefutablemente la quiebra de ésta. Sus estudios, generalmente, proporcionan una documentación abundante y precisa.

Nos limitaremos aquí a una amplía mirada de conjunto que bastará a nuestro fin. Pues es el carácter general de este Estado lo que nos interesa, en la medida en que él nos explica la secuela de los acontecimientos.

Hemos dicho antes que el cuidado principal del partido bolchevique en el poder era el de estatalizar toda actividad, toda la vida del país, todo lo que podía ser estatalizado. Se trataba de crear ese régimen que la terminología moderna califica de totalitario.

Una vez en posesión de una fuerza coercitiva suficiente, el partido y el gobierno bolcheviques se esmeraron en esa tarea, creando su inmenso aparato burocrático. Acabó por formar una numerosa y poderosa casta de funcionarios responsables, que hoy constituye una capa altamente privilegiada de unos dos millones de individuos. Dueña efectiva del país, del ejército y de la policía, ella sostiene, protege, venera y lisonjea a Stalin: su ídolo, su Zar, el solo hombre capaz de mantener el orden y de salvaguardar sus privilegios.

Poco a poco, los bolcheviques estatalizaron, monopolizaron, totalizaron, cómoda y rápidamente, la entera administración, las organizaciones obreras, campesinas y de otra índole, las finanzas; los medios de transporte y de comunicación; el subsuelo y la producción minera; el comercio exterior y el gran comercio interior; la gran industria; el suelo y la agricultura; la cultura, la enseñanza y la educación; la prensa y la literatura; el arte, las ciencias, los deportes, las distracciones, aun el pensamiento o, por lo menos, todas sus manifestaciones.

La estatalización de los organismos obreros: soviets, sindicatos, comités de fábrica, etc., fue la más fácil y la más rápida. Su independencia fue abolida. Se convirtieron en simples rodajes administrativos y ejecutivos del partido y del gobierno.

Se maniobró con habilidad. Los obreros ni siquiera advirtieron que estaban a punto de ser maniatados. Puesto que el Estado y el gobierno eran los suyos, les pareció natural no desligarse de ellos. Encontraron normal que sus organizaciones llenasen funciones en el Estado obrero y ejecutasen las decisiones de los camaradas comisarios. Bien pronto, ningún acto autónomo, gesto libre alguno les fueron ya permitidos a esas organizaciones.

Ellas acabaron por darse completa cuenta de su error. ¡Pero era demasiado tarde! Cuando ciertas organizaciones obreras, molestadas en su acción e inquietudes, sintiendo que «algo no marchaba en el reino de los Soviets», manifestaron algún descontento y quisieron reconquistar un poco de independencia, el gobierno se opuso con toda su energía y toda su astucia. Por una parte, inmediatamente adoptó medidas y sanciones. Por otra, trato de razonar. «Puesto que —les decía a los obreros, con el tono más natural del mundo— ahora tenemos un Estado obrero, en el que los trabajadores ejercen su dictadura y todo les pertenece, este Estado y sus órganos son los vuestros. ¿De qué independencia, entonces, puede hacerse cuestión? Tales reclamaciones carecen ahora de sentido. ¿Independencia de qué? ¿De quién? ¿De vosotros mismos? ¡Pues el Estado es ahora vuestro! No comprenderlo significa no comprender la revolución cumplida. Levantarse contra este estado de cosas significa levantarse contra la Revolución misma. Semejantes ideas y movimientos no podrán ser tolerados, pues no pueden estar inspirados sino por los enemigos de la Revolución, de la clase obrera, de su Estado, de su dictadura y del poder obrero. Quienes entre vosotros son aún lo bastante inconscientes para escuchar los cuchicheos de esos enemigos y prestar oídos a sus nefastas sugestiones, porque todo no marcha a maravilla en vuestro joven Estado, ésos cometen un verdadero acto contrarrevolucionario.»

Va sin decir que todos los que persistieron en protestar y en reclamar fueron despiadadamente triturados.

Lo más difícil fue la apropiación definitiva del suelo, la supresión del cultivador individual, la estatalización de la agricultura. Como se sabe, es Stalin quien realizó esta transformación, algunos años ha. Mas periódicamente la situación se complica, y seriamente. La lucha entre el Estado y las masas campesinas se reanuda, bajo otras formas.

Puesto que cuanto es indispensable para el trabajo y la actividad de los hombres —dicho de otro modo, todo lo que es, en el vasto sentido del término, capital— pertenece en Rusia al Estado, se trata en este país de un integral capitalismo de Estado.

Capitalismo de Estado: tal es el sistema económico, financiero, social y político de la URSS, con todas sus consecuencias y manifestaciones lógicas en todos los dominios de la vida: material, moral, espiritual.

El rótulo exacto de este Estado sería no URSS, sino URCE: Unión de Repúblicas Capitalistas Estatistas. (La consonancia: URS y ¡ay! el fondo, permanecerían los mismos.)

Económicamente, esto significa que el Estado es el propietario real y único de todas las riquezas del país, de todo el patrimonio nacional, de todo lo que es indispensable a millones de hombres para vivir, trabajar, obrar (comprendido en ello, subrayémoslo, el oro y el capital-moneda, nacional y extranjero.

He ahí lo más importante, lo que se trata de comprender ante todo. Lo demás se desprende de ello fatalmente.

La Revolución desconocida
Libro Segundo, Quinta Parte,
Cap. I «La naturaleza del Estado.»